martes, 24 de noviembre de 2009

LOS OBJETIVOS LASCIVOS DE LA DIRECTIVA DE RETORNO


Por Tupac Ademir M. Muñoz Soliz*

Con la aprobación de todas las normas de extranjería, Europa ha llegado a la desfachatez de pisotear las normas de derechos humanos, las libertades del hombre y otras normas universales que escribieron, redactaron y aprobaron, sus líderes políticos e intelectuales en solemnes encuentros internacionales a nombre de la paz o la humanidad.

Ahora, la aprobación de la Directiva de Retorno que plantea la extirpación de la población inmigrante, como respuesta a la crisis económica, no es más que la internación y la repatriación de los inmigrantes indocumentados, con el pretexto de mejorar la situación de los trabajadores europeos, los cuales están encadenados a las entidades financieras y el consumismo comercial.

Sin duda, esta política injusta contra el inmigrante, es otro engaño distractivo creado para el trabajador europeo, el cual no vive, sino, trabaja casi de por vida para pagar la hipoteca de vivienda a las entidades financieras, por un lado, y por otro, se encuentra condenado al consumismo comercial desatado por las empresas transnacionales, que mediante rebajas u ofertas promociónales consiguen vaciar la cuenta bancaria del trabajador todos los meses del año, para vender todo el excedente de la industria trasnacional. En consecuencia el salario del obrero europeo esta hipotecado a los consorcios transnacionales.

No obstante, los trabajadores europeos siguen comulgando la farsa de que “el migrante es el causante de la crisis”. Falsedad creada por los políticos europeos que inculcan consignas como esta:“NO SOY RACISTA, PERO CADA CUAL A SU PAIS”. Cuyos imitadores no alcanzan a comprender que los verdaderos autores de la crisis -no son los migrantes- sino las transnacionales, como la Coca Cola company, Macdonal, Burguer Kind, Corte Ingles, entre otras muchas que se llevan la riqueza creada por el trabajo humano a sus trincheras de acumulación de capitales, dejándonos cada día más pobreza y desesperanza.

En consecuencia, la Eurocámara afirma el ego capitalista de “yo existo porque tu no existes”, quiere decir que la afirmación de los derechos de las mayorías constituye una amenaza a su modo de vida (explotación y acumulación de capitales), que la presencia de los inmigrantes -por su falta de espíritu consumista- les genera desconfianza y pone en riesgo su oscura superioridad económica. Así la Eurocámara se pronuncia por mantener los privilegios de unos cuantos, negando la posibilidad de realización de los mayoritarios, es decir, anulando los derechos de los inmigrantes y todos los pueblos no occidentales que forjaron la grandeza y desarrollo de Europa, incluidos los obreros europeos condenados e hipotecados a la neoesclavitud moderna del capitalismo.

Sin embargo, los pueblos no occidentales, los que soportaron la colonia y la hegemonía europea, casi nunca expresan repudio contra los crímenes y la explotación colonial que Europa desato en América, África, la India y los pueblos asiáticos. Jamás se pone en evidencia que “los europeos se lanzaron a todos los rincones de la tierra, predicando la fraternidad, la libertad y el cristianismo, pero practicando EL ASESINATO, GENOCIDIO, ETNOCIDIO, LA VIOLACION y otros crímenes de lesa humanidad”, al margen del robo de las riquezas naturales y la explotación inhumana de los pueblos colonizados.
* Tupac Ademir M. Muñoz Soliz, es Secretario Ejecutivo del Movimiento Comunero Quechua Martín Uchu de Cochabamba. Telf. 687119037

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